Durante varios años tuve el enorme placer de formar parte de la redacción de deportes de , por aquel entonces, una de las televisiones locales con más audiencia de toda España, Oviedo TV. Entré en septiembre de 2003, mientras desempeñaba la función de jefe de deportes en Onda Cero Gijón y dirigía la redacción, también deportiva, del periódico Oviedo Diario.
En febrero de 2004 decidí que no podía seguir con este ritmo frenético de trabajo y me centré principalmente en explotar mi faceta televisiva. A partir de ese momento empecé a curtirme de verdad como comunicador y a acostumbrarme a la ausencia de unos auriculares de radio durante mis intervenciones. También a la luz cegadora de los focos del plató y a la extraña sensación del maquillaje sobre mi piel. No tardé en adaptarme al peculiar estilo de vida de un profesional de la televisión, y a los pocos días aprendí a editar mis propias piezas y cambiar el tono radiofónico por un «soniquete» más televisivo en cada una de mis intervenciones. Esta experiencia me permitió presentar los deportes en el telediario, presentar el espacio deportivo estrella de la casa «Todo Deporte», especiales de la Vuelta Ciclista a Asturias, narrar partidos, editar imágenes, poner voz a spots publicitarios y sobre todo, conocer mogollón de gente estupenda que guardaré para siempre en mi corazón.
Esta aventura televisiva se acabó en septiembre de 2006, cuando acepté una oferta de Punto Radio Asturias para hacerme cargo de la redacción deportiva de la emisora que, a la postre, sería mi trampolín definitivo a la vida profesional que siempre había soñado, presentador de espacios radiofónicos en una emisora de nivel nacional. Y así fue, llegué a la sede central de Punto Radio en Madrid para asumir la enorme responsabilidad de poner mi voz a programas que se escuchaban en todo el territorio español, hasta marzo de 2013, cuando la emisora de Vocento echó el cierre.